domingo, 22 de mayo de 2011

Capitán Pastene, el oasis de la pasta y el prosciutto en Chile

Capitán Pastene es un oasis en la Novena Región, una transportación en espacio y tiempo hacia la Emilia Romagna, pero con tintes chilenos y mapuches. Una triculturalidad que ha formado identidad única y donde los sabores criollos se funden con los itálicos.
Cerca de 22 horas representaron este viaje en torno a las emociones, a la  historia y a los sabores y aromas de una tierra que supo fusionar 3 culturas, a través de una colonización que transportó hasta la Región de la Araucanía, tradiciones gastronómicas de Italia y otros avances que dieron vida a un poblado que hoy se hace famoso por el prosciutto y la pasta.
Imaginar las condiciones en que colonos europeos llegaron hasta Chile y fundaron ciudades, requiere de creatividad cinematográfica. Y sin exagerar, las escenas debieron haber sido extremas cuando sumamos factores geográficos adversos, total desconexión con la civilización y nada pero nada más que los sueños de una vida mejor que la que tenían en el Viejo Continente.
Recogida la oferta de tierras que el presidente Germán Riesco Errázuriz hizo a Giorgio Ricci para ser colonizadas, éste viaja hasta Módena para provocar la migración hasta este país. Cabe destacar que a principios del 1900, la Bota vivía momentos económicos poco favorables, lo que impulsa que en un primer viaje, 23 familias se hayan aventurado hasta Chile por una vida mejor. Fue a Talcahuano donde llegaron en 1904 luego de 30 días de navegación, desde ahí continuaron viaje en tren hasta Los Sauces para luego dirigirse, en carretas movilizadas por bueyes, hacia las tierras de La Nueva Italia que denominaron –en su instante- Monte Calvario.

Un viaje hacia el pasado
¿Por qué Calvario? En las pocas horas que estuvimos, fue fácilmente comprendido. Hoy, para un adolescente, imaginarse llegando a una tierra no habitada, sin energía ni agua, sin rutas de conexión, sin trasporte, sin un centro comercial donde satisfacer los caprichos, sin teléfono, es tan absurdo como improbable. Simplemente no se los permitirían a sus padres.
Nada de lo esperado había ahí. Además de arribar hasta un sitio desconocido y con idioma distinto, llegaban a tierras que requerían de mucho trabajo para hacerlas productivas. Nada más que vegetación y en condiciones complejas, lo primero que hacen es un aserradero. Unos años después Rosatti, un concesionario proveniente de Valparaíso, instala un molino que les permite trabajar el trigo y almacenar harina y sus derivados para los animales. Para entonces, Ricci ya había traído una segunda migración de 65 familias. En pocos años los colonos habían liderado la construcción de un pueblo que llegó a tener una planta hidroeléctrica en 1910, un cine al que traían películas francesas e italianas y que hoy se conserva intacto, una vía férrea en 1911 que desafortunadamente hoy es un recuerdo que lo simboliza un túnel que se puede ver en el camino.
Actualmente, cada principio de marzo festejan la “Sagra” local, fiesta popular en la que celebran los alimentos elaborados y cosechas y donde reviven la historia que sus antepasados debieron haber vivido, pero ni los atuendos de la época ni el andar de los bueyes permiten dimensionar las condiciones extremas que sus abuelos y bis abuelos debieron soportar. Sin embargo, el gen está y no sólo eso, también las tradiciones migraron con ellos y terceras y cuartas generaciones hoy conservan y transforman a Capitán Pastene en un polo de atracción donde se elaboran pastas y jamones de categoría mundial.
Sala de Jamones de Don Primo
Mangiare il piacere
Ubicada casi en el límite con la Región del Bío Bío, a 130 kilómetros al noroeste de Temuco, Capitán Pastene es un pueblo de no más de 2800 habitantes y la principal actividad económica es la forestal. Inaugurado por Pedro Montt en 1907 fue rebautizado con el nombre que recibe hoy.
En este pequeño lugar, donde las calles cruzan entre personalidades mapuches, chilenas e italianas, las nuevas generaciones establecen una nueva era. Buscan compartir sus tradiciones en especial aquellas gastronómicas, transformar a Capitán Pastene en una comuna independiente, promover el turismo, recuperar edificios emblemáticos y levantar un importante museo. Mientras se trabaja en eso, han logrado hacerse famosos por la primera; los sabores de la nonna ya están re presentados en algunas invitaciones.
Ristorante L´Emiliano:
Cercana al negocio Montecorone, este ristorante italiano pertenece a la familia Flores Fulgeri y la cocina está a cargo de María José Flores Fulgeri. Una de las tres chefs que se encargó de la degustación de la noche que estuvimos en el pueblo. Como parte de la oferta turística, posee cabañas y los precios son más que razonables. Junto a éstas, está el molino, un sitio que recomiendo visitar.
Pedro Montt 755 Teléfono: 45 753904
Montecorone:
La pulpería levantada en una de las casas tradicionales es donde se comercializan los jamones elaborados por esta familia encabezada por Angelo Lubini y Mabel Flores Cantergiani, la vocera porque para Angelo recordar la historia es motivo de profunda emoción, tanto, que dice quebrarse cuando intenta contarla y revivir la experiencia de sus nonnos hace 100 años.
Dice que para ser un hombre íntegro y completo debía cumplir con algunos básicos, entre ellos hacer prosciutto y pasó, junto a Mabel, de hacer el jamón en el subterráneo de sus padres a tener una fábrica artesanal en la que dicen impregnar toda la intensidad itálica, asesorados vía internet desde la Bota, por sus primos y con el bagaje que recoge en sus viajes anuales.
En “la pulpería” exhiben también conservas, licores, artesanía y otros productos hechos por pasteninos. Afectuosos y orgullosos de su pasado fueron uno de nuestros anfitriones.
Pedro Montt 701 Teléfono: 45 753000
Sala de Pastas de Anita Covilli
Pastas Anita Covili:
Il vero ristorante donde conjugan ingredientes y recetas italianas y mapuches. Es casi seductor entrar a este local. Los aromas y colores son un abre boca. Tras bambalinas, una señora da forma a las diversas pastas que se fabrican para llevar o comer en este acogedor lugar. Y uno de sus rincones, conservas caseras, de frutas, callampas, verduras. Anita se fue a estudiar a Italia, donde lo aprendido lo complementó con la herencia de la zona y con los ingredientes criollos. Sonriente casi todo el tiempo e hiperkinética, es una mezcla de emprendedora y cocinera que posee lo que se conoce como “mano de monja”.
Pedro Montt 907 Teléfono: 45 753086
Trattoria Don Primo:
Organizados para potenciar el turismo, la familia Cortesi redondea la oferta gastronómica con el museo del jamón, una trattoria y una charcutería. En el museo se observan salas llenas de piernas de cerdo por donde se recorre parte del proceso que esta familia realiza hace 7 años. El restorán está situado justo en frente y es aquí donde uno sale con las manos llenas porque la tentación sale a la vista.
Culatello es una variedad de cecina parecida al jamón, pero hecha con la parte más carnosa de la pierna y con menos días de sal y maduración, dando una carne más tierna y blanda. El Prosciutto, hecho también en forma artesanal y la Coppa, que sería el lomo vetado del cerdo, con 6 meses de maduración y con mayor vetas de grasa y menos sal que el jamón.
Dante 746 teléfono: 45 753013
Maridaje comida y vinos MOVI
Sin duda, el ingrediente que los hace maridables es la pasión. Este viaje tenía un marco que seducía y más atractivo aún lo hacía la combinación de las recetas italianas, mapuches y chilenas con los vinos MOVI. El Movimiento de Viñateros Independientes había movilizado esta invitación para los medios de comunicación, del que fueron parte con su espíritu y con los vinos que cada uno de sus integrantes elabora. Las similitudes con los italianos son evidentes: la sangre. Por esas venas corre con efervescencia, factor primordial a la hora de querer provocar sorpresa a través de los sabores. Vinos con carácter distintivo, hechos a partir de pequeñas producciones de uvas que seleccionan y algunos producen como si se tratase del primogénito. Terroirs elegidos a partir de sus recorridos por Chile han dado vida a bebidas únicas. Esa noche que estuvimos, MOVI acompañó la degustación que prepararon 3 chefs pasteninas. Los vinos de las 19 viñas fueron desplegados por los largos mesones y el presidente Felipe García estuvo a cargo de presentarlos. Al día siguiente lo hicieron frente a los visitantes de la fiesta “Sagra”, en una exposición ubicada en la plaza donde diversos productores hicieron lo mismo.
Y como hablamos de calidad y no de cantidad…nosotros debimos irnos antes y dejar hasta ahí una visita de placeres inolvidables.
Tanti auguri a tutti
De regreso, una evaluación a la vida, análisis profundo en el que caímos con Mariana Martínez, una conocedora del vino, amante de éste, periodista y sommelier, mientras nos rodeaban campos de intensas y diversas tonalidades verdes. Y me hace recordar nuevamente por todo lo que tuvieron que pasar colonos cuando de tecnologías ni hablar, cuando de facilidades, nada. Hoy terrenos forestales, agrícolas y ganaderos son coronados por una cadena de volcanes y la nostalgia comienza a afectar por el regreso, pero los sabores no se han ido del paladar ni de la memoria y vuelvo a rememorar el valor de la autenticidad y lo importante que es crear con convicción y pasión. Vuelvo a pensar en MOVI y en los colonos italianos.

domingo, 15 de mayo de 2011

La herencia Ñam


Dos días del primer festival iberoamericano de cocina bastaron, para abrir el apetito por las oportunidades que la segunda industria más importante de nuestro país ofrece hoy, pero no fueron suficientes para neutralizar la ansiedad que éste dejaba. La tarea quedó con sentido de urgencia.
Era sabido que en materia agro-gastronómica hay un mundo por innovar y desarrollar, la demanda del mercado está, solo hay que crear ofertas de valor únicas y llenas de experiencia, rescatar vegetales y especies marinas, por mencionar algunos.
Rodolfo Guzmán no es sólo un científico loco en la cocina, es un chef que provoca sensaciones y experiencias con sus platos y su restorán. Investiga desde los orígenes y estudia sus usos para hacerlos memorables. El español Jordi Roca, postrero -como se autodenomina- consigue transportar a sus comensales a instantes especiales, por medio de postres con detalles únicos y esto fue lo que generó en el escenario, incluso, sin que hayamos degustado sus preparaciones. Más que sabores únicos, son los detalles que intervienen los que logran ese efecto. Como el “Gol de Messi” o el puro de chocolate con mousse inyectado con humo de tabaco (preparado ante un público que se dejaba asombrar) y con caramelo convertido en cenizas. (poner foto)
Uno siempre sabe que faltan cosas por hacer, a menudo ando con la sensación de que estoy en deuda, también rabeo con los que se excusan culpando al ecosistema y sigo pegada en los pensamientos y en el cómo me gustaría.
Cuatro tremendos exponentes de la cocina ibérica y cuatro cocineros nacionales condujeron a los asistentes por lo que es la cocina chilena, en lo que está y lo que será en  los próximos años.
Hubo de todo, las expectativas superadas y con ganas de más. La primera mañana estuvo marcada por una fuerte dosis de pasión, comenzando con Axel Manríquez y su radiografía a los alimentos endémicos, seguido por un Rodrigo de la Calle que sembró su concepto gastrobotánica, evangelizando la importancia de respetar los tiempos y frescura de cada vegetal y el rescate de aquellos que por ser miradas en menos, empezaban a desaparecer. Un trabajo que inicia en la búsqueda, pasa por la tierra y llega a los paladares.  La unión de este hombre de cocina con el botánico Santiago Orts.

Las herencias de Ñam:
·      Las cosas se cocinan en serio.
·      El lema es compartir experiencias y conocimientos y no hablo de “copiar y pegar”.
·      Hay que construir una visión ambiciosa en torno a la segunda industria más relevante para Chile…a tomarse en serio que podemos ser Potencia Alimentaria.
·      La gastronomía aporta identidad y cultura. Marca las raíces y sentido de pertenencia. Y por último, el orgullo.
·      Hay productos chilenos que cocineros y comilones debemos sacar del anonimato.
·      Hay que generar vínculos con las comunidades productoras.
·      Debemos conservar especies que podrían desaparecer.
·      Pan para hoy, hambre para mañana…hay que respetar las vedas.
·      Preguntar a generaciones más antiguas sus costumbres pasadas, los platos y recetas casi en el olvido para traspasarlas.
·      La gastrobotánica la lleva y quiero ser su discípula.
·      La organización, cuando es de excelente nivel no se extraña los  detalles.
…y, como dijo Axel Manríquez, “somos lo que la tierra y el mar nos da…ahí está nuestra identidad”.
Felicitaciones a los creadores de esta iniciativa, a Carolina Silva -en particular- que se vio comprometidísima con su emprendimiento y a los cocineros chilenos. Pilar, Axel y Rodolfo que fueron excelentes representantes de este primer Festival Iberoamericano de Cocina.