martes, 25 de junio de 2013

De reencuentros y descubrimientos

Más de un año con un rumbo distinto, alejada de mis aficiones para concentrarme en la que hoy es mi mayor y maravillosa pasión descubierta: mi hija Emilia. Ahora siendo ella lo fundamental, reservo un espacio para mis otras fascinaciones.
Durante el embarazo y la etapa de lactancia reemplacé mi búsqueda de vinos por algo que con mi hija disfrutamos intensamente: el chocolate. Investigué durante ese tiempo sobre esta fascinante y actual adicción y –definitivamente- me resultará complejo y odioso volver a aquellos que carecen del buen cacao, eso, sin mencionar que cuando pruebo aquellos que no lo poseen, siento como si me hubiese atiborrado de  comida chatarra. Con hambre y sin opciones, los comes y disfrutas, pero al terminar, viene el arrepentimiento que te hace jurar que no volverás a caer nuevamente en sus garras, pero por una u otra razón, lo haces.
Cuando te enfrentas a un buen chocolate y conoces sobre el origen de sus ingredientes, te maravillas y escandalizas al comparar. Hace unas semanas, descubrí el cacao del Perú y quedé encantada. A Chile llega, el que probé, con Juan Antonio Chocolates. Mi degustación fue con una de las socias, Grace Cabrera, encantadora y hasta peligrosa vendedora de los productos que importa.
Cacao de la Amazonía Baja o Alta, lo destacable es que es rico y potente en aromas y sabor. El primero,  por la hidratación de sus suelos, aporta más cremosidad y frutas. En cambio,  el cacao cosechado en lo alto de la selva de San Martín tiene menos humedad, el chocolate es más crujiente y presenta  notas a café entre los frutos que deja sentir.
Mi favorito, el de caco al 72% de la Amazonía Baja, fascinante, un imperdible hecho artesanalmente, lo mismo sus chocotejas de elaboración propia (un chocolate muy particular de la nación inca al que ponen en su interior frutas como damasco o higo, y que a veces combinan con nueces) y el chocolate con Sacha Inchi, un fruto seco particular de Perú que contiene altos índices de Omega 3.
Mi reencuentro con los vinos y licores tuvo dos destacados el último mes:
Pircas de Liguai de Pérez Cruz. Se trata de un poderoso representante del Maipo y de la viña, con buena sensación de frutas en boca y en equilibrio con las notas especiadas. Largo final luego de una expresión potente y fresca con sedosos taninos. Estará en tiendas especializadas y es definitivamente un excelente elemento para la cava personal.

Por último, me volví a encantar con Martini a partir de su propuesta Martini Royale y Rossini Italiano. El primero, 50% de Martini Rosato, 50% de Prosseco y hielo, mientras  que el segundo incluye puré de frambuesas. Tragos que resultan delicadamente dulces con aromas a frutos rojos y toques de cáscaras de naranjas, burbujas suaves y cremosas.

Juan Antonio Chocolates
Contacto: 958843044 – 99177372

Martini Prosecco y Rosato o Blanco y Pircas de Liguai de Viña Pérez Cruz, pueden encontrarse en supermercados y tiendas especializadas.



@carolinabianchi

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