Más de un año con
un rumbo distinto, alejada de mis aficiones para concentrarme en la que hoy es mi
mayor y maravillosa pasión descubierta:
mi hija Emilia. Ahora siendo ella lo fundamental, reservo un espacio para mis otras fascinaciones.
Durante el
embarazo y la etapa de lactancia reemplacé mi búsqueda de vinos por algo que
con mi hija disfrutamos intensamente: el chocolate. Investigué durante ese
tiempo sobre esta fascinante y actual adicción y –definitivamente- me resultará
complejo y odioso volver a aquellos que carecen del buen cacao, eso, sin
mencionar que cuando pruebo aquellos que no lo poseen, siento como si me
hubiese atiborrado de comida chatarra. Con
hambre y sin opciones, los comes y disfrutas, pero al terminar, viene el arrepentimiento
que te hace jurar que no volverás a caer nuevamente en sus garras, pero por una
u otra razón, lo haces.
Cuando te enfrentas a un buen chocolate y
conoces sobre el origen de sus ingredientes, te maravillas y escandalizas al
comparar. Hace unas semanas, descubrí el cacao del Perú y quedé encantada. A
Chile llega, el que probé, con Juan Antonio Chocolates. Mi degustación fue con
una de las socias, Grace Cabrera, encantadora y hasta peligrosa vendedora de los
productos que importa.
Cacao de la
Amazonía Baja o Alta, lo destacable es que es rico y potente en aromas y sabor.
El primero, por la hidratación de sus
suelos, aporta más cremosidad y frutas. En cambio, el cacao cosechado en lo alto de la selva de
San Martín tiene menos humedad, el chocolate es más crujiente y presenta notas a café entre los frutos que deja sentir.
Mi favorito, el
de caco al 72% de la Amazonía Baja, fascinante, un imperdible hecho
artesanalmente, lo mismo sus chocotejas de elaboración propia (un chocolate muy
particular de la nación inca al que ponen en su interior frutas como damasco o
higo, y que a veces combinan con nueces) y el chocolate con Sacha Inchi, un
fruto seco particular de Perú que contiene altos índices de Omega 3.
Pircas de Liguai
de Pérez Cruz. Se trata de un poderoso representante del Maipo y de la viña, con
buena sensación de frutas en boca y en equilibrio con las notas especiadas.
Largo final luego de una expresión potente y fresca con sedosos taninos. Estará
en tiendas especializadas y es definitivamente un excelente elemento para la
cava personal.
Por último, me volví
a encantar con Martini a partir de su propuesta Martini Royale y Rossini
Italiano. El primero, 50% de Martini Rosato, 50% de Prosseco y hielo, mientras que el segundo incluye puré de frambuesas. Tragos
que resultan delicadamente dulces con aromas a frutos rojos y toques de
cáscaras de naranjas, burbujas suaves y cremosas.
Juan Antonio
Chocolates
Contacto:
958843044 – 99177372
Martini Prosecco
y Rosato o Blanco y Pircas de Liguai de Viña Pérez Cruz, pueden encontrarse en supermercados y tiendas especializadas.
@carolinabianchi
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