sábado, 3 de julio de 2010

Curiosidades en un Mercado Gourmet


El último fin de semana de mayo, se realizó una mini feria gastronómica en Parque Arauco, en el piso que este mall potencia orientado al hogar. Una versión mejorada respecto de la anterior. Tenía cerca de 20 expositores, además de las propias tiendas que se extendieron hasta el pasillo para complementar este encuentro.

En ella encontré las ya conocidas variantes de las mermeladas, los diferentes aceites y tés con mezclas de frutas, hierbas y especias, lo que no me resultaba muy fascinante hasta que me topé con dos stands que presentaban productos que no estaban dentro de mis registros: una pimienta de canelo y avellanas chilenas molidas con merkén. La primera, algo definitivamente curioso. A pesar de haber sido dada a conocer al mundo gourmet hace más de un año, es la primera vez que encuentro la pimienta de canelo etiquetada y comercializada en Santiago para la cocina. Ésta es una semilla del árbol sagrado de los mapuches, con tamaño similar a la especia tradicional, tiene un aroma frutal y al molerla, deja sentir algo también cárnico. Es notoriamente picante y tostada (como me recomendaron que lo hiciera antes de meterla en el molino), es aún más intensa. Este producto, autóctono de Chile, se introduce en nuestra gastronomía fruto de una investigación llevada a cabo por el antropólogo y agricultor Patricio Varas.

Según lo que averigüé, este empresario de Chiloé invitó al chef francés experto en pimientas, Olivier Roellinger, quien le confirmó su hallazgo y el tremendo potencial que tenía en sus manos para desarrollar con esta especia, que además, confirma propiedades antisépticas y antibacteriales.

Se vende molida o entera. Yo la adquirí entera, la tosté como me recomendaron para reducir su porcentaje de humedad y luego la introduje en un molinillo.

Y a propósito de molinos, en ese mismo stand, tenían de la marca, Cristales de Chile, sal de mina con especias, y como el merkén sigue siendo el rey del momento, compré la combinación de estos dos. Al girar el molino, cae una proporción de 3 a 1, siendo más sal que ají y que resulta muy buena. Además, se ve interesante de aspecto.

En cuanto a complementos de gastronomía, los que deben sumar y no amenazar, descubrí una vajilla en el stand de la tienda Jacinto, que tenía loza pintada con atractivos diseños minimalistas y de precios accesibles. Hoy la encuentran en Av. Manquehue Norte 1918, Vitacura.

¡¡¡Un imperdible!!! La avellana chilena molida con merkén producida por Catalina Barranco para Natural Maker de Organic Maker. Una combinación fabulosa y tremendamente versátil. Es aromática y en boca combina la intensidad de la avellana autóctona con un vivo picor del ají. Probé con diversas preparaciones que me parecieron andaría bien y ninguna me defraudó. Unas fueron más gloriosas que otras y todavía queda mucho por descubrir. Por ejemplo, la utilicé sobre una ensalada de hojas verdes y otra de brócoli (no queda igual de bien con verduras rojas). Ideal para hacer una costra en las carnes rojas. Al filete le ayuda a levantar el sabor y extendida sobre una tilapia funciona perfecta, al igual que para apanar el queso brie o espolvorear en el queso crema. También la empleé en una crema de puerros y resultó increíble y quedó bien sobre helado de chocolate y en el de limón. Seguro debe andar excelente con el de pistacho o ese maravilloso helado de eucaliptos que probé en el restorán Emilio.

La pimienta de canelo ($2.500) y la sal con diferentes especias ($4.000 c/u), la encuentran en Santiago, en Regalos del Campo, ubicado en Av. Apoquindo 9085, local 156, Las Condes.
La avellana con merkén ($2.200, 60 grs), en tiendas especializadas. www.organicmaker.com

* Los precios son referenciales y pueden sufrir modificaciones.

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