¿Las buenas ideas se copian?, evidente y, por qué no…pero lo que no tiene lógica es que no se le incorpore un aspecto innovador y propio para darle un nuevo carácter y no saturar el mercado con “más de lo mismo” ni malas copias.
Como dicen, “la rueda ya se inventó”, pero siempre se puede investigar dónde más llegar con ella: en su diseño, en los materiales o en la tecnología que se implemente… En fin, en muchos aspectos, incluso por la vía de idear para nichos específicos.
Para nuestro país, los commodities ya son una amenaza y eso definitivamente pocos lo han comprendido. Pero, desafortunadamente aquellos que se han anticipado y han creado nuevas aristas, consiguiendo éxito luego de mucho esfuerzo, se enfrentan a otros que salen al camino instalándose en el mismo mercado sin degastar tanta energía en introducir un producto único. Específicamente me refiero a las jaleas de vino, a los tapenade y al curry; a las mermeladas –por ejemplo- de algún tipo de ají, a los aceites de oliva, a las aguas, entre muchos otros que han sido objeto de imitación.
No es malo salir a competir en esos segmentos cuando se tiene la fuerza suficiente y el modelo de negocio para “romperla”, pero para ser “uno más”, “uno más del montón” me parece mediocre y alarmante además de agotar el factor sorpresa en los consumidores que comenzarán a aburrirse con más de lo mismo, similares presentaciones pero –no por ello- buena calidad. ¡Si hasta las etiquetas ya empiezan a mimetizarse!
Tendremos que confiar en los creativos que entraron al mundo gourmet cuando era osadía y confiar en que ellos se reinventarán o desplegarán su producción, destacando por calidad para no darle espacio a quienes quieren intervenir con un “copy - paste”.
Provoca indignación darse cuenta que la creatividad tiene un techo muy bajo.
Una vez más, la falta de innovación es
una amenaza.
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